18Se enteraron de esto los sumos sacerdotes y los escribas y buscaban cómo podrían matarle 19Y al atardecer, salía fuera de la ciudad. 20Al pasar muy de mañana, vieron la higuera, que estaba seca hasta la raíz. 21Pedro, recordándolo, le dice: "¡Rabbí, mira!, la higuera que maldijiste está seca."