4Al no poder presentárselo a causa de la multitud, abrieron el techo encima de donde él estaba y, a través de la abertura que hicieron, descolgaron la camilla donde yacía el paralítico. 5Viendo Jesús la fe de ellos, dice al paralítico: "Hijo, tus pecados te son perdonados." 6Estaban allí sentados algunos escribas que pensaban en sus corazones: 7"¿Por qué éste habla así? Está blasfemando. ¿Quién puede perdonar pecados, sino Dios sólo?"