22Llega uno de los jefes de la sinagoga, llamado Jairo, y al verle, cae a sus pies, 23y le suplica con insistencia diciendo: "Mi hija está a punto de morir 24Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. 25Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,