24Y se fue con él. Le seguía un gran gentío que le oprimía. 25Entonces, una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años, 26y que había sufrido mucho con muchos médicos y había gastado todos sus bienes sin provecho alguno, antes bien, yendo a peor, 27habiendo oído lo que se decía de Jesús, se acercó por detrás entre la gente y tocó su manto. 28Pues decía: "Si logro tocar aunque sólo sea sus vestidos, me salvaré."