4pues muchas veces le habían atado con grillos y cadenas, pero él había roto las cadenas y destrozado los grillos, y nadie podía dominarle. 5Y siempre, noche y día, andaba entre los sepulcros y por los montes, dando gritos e hiriéndose con piedras. 6Al ver de lejos a Jesús, corrió y se postró ante él 7y gritó con fuerte voz: "¿Qué tengo yo contigo, Jesús, Hijo de Dios Altísimo? Te conjuro por Dios que no me atormentes." 8Es que él le había dicho: "Espíritu inmundo, sal de este hombre." 9Y le preguntó: "¿Cuál es tu nombre?" Le contesta: "Mi nombre es Legión, porque somos muchos." 10Y le suplicaba con insistencia que no los echara fuera de la región. 11Había allí una gran piara de puercos que pacían al pie del monte