49Pero ellos, viéndole caminar sobre el mar, creyeron que era un fantasma y se pusieron a gritar, 50pues todos le habían visto y estaban turbados. Pero él, al instante, les habló, diciéndoles: "¡Ánimo!, que soy yo, no temáis." 51Subió entonces junto a ellos a la barca, y amainó el viento, y quedaron en su interior completamente estupefactos,