51Subió entonces junto a ellos a la barca, y amainó el viento, y quedaron en su interior completamente estupefactos, 52pues no habían entendido lo de los panes, sino que su mente estaba embotada. 53Terminada la travesía, llegaron a tierra en Genesaret y atracaron. 54Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, 55recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. 56Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto