54Apenas desembarcaron, le reconocieron en seguida, 55recorrieron toda aquella región y comenzaron a traer a los enfermos en camillas adonde oían que él estaba. 56Y dondequiera que entraba, en pueblos, ciudades o aldeas, colocaban a los enfermos en las plazas y le pedían que tocaran siquiera la orla de su manto