30Y les mandó enérgicamente que a nadie hablaran acerca de él. 31Y comenzó a enseñarles que el Hijo del hombre debía sufrir mucho y ser reprobado por los ancianos, los sumos sacerdotes y los escribas, ser matado y resucitar a los tres días. 32Hablaba de esto abiertamente. Tomándole aparte, Pedro se puso a reprenderle.