6Entonces él mandó a la gente acomodarse sobre la tierra y, tomando los siete panes y dando gracias, los partió e iba dándolos a sus discípulos para que los sirvieran, y ellos los sirvieron a la gente. 7Tenían también unos pocos pececillos. Y, pronunciando la bendición sobre ellos, mandó que también los sirvieran. 8Comieron y se saciaron, y recogieron de los trozos sobrantes siete espuertas. 9Fueron unos cuatro mil 10Subió a continuación a la barca con sus discípulos y se fue a la región de Dalmanutá. 11Y salieron los fariseos y comenzaron a discutir con él, pidiéndole un signo del cielo, con el fin de ponerle a prueba. 12Dando un profundo gemido desde lo íntimo de su ser, dice: "¿Por qué esta generación pide un signo? Yo os aseguro: no se dará a esta generación ningún signo." 13Y, dejándolos, se embarcó de nuevo, y se fue a la orilla opuesta. 14Se habían olvidado de tomar panes, y no llevaban consigo en la barca más que un pan. 15Él les hacía esta advertencia: "Abrid los ojos y guardaos de la levadura de los fariseos y de la levadura de Herodes." 16Ellos hablaban entre sí que no tenían panes. 17Dándose cuenta, les dice: "¿Por qué estáis hablando de que no tenéis panes? ¿Aún no comprendéis ni entendéis? ¿Es que tenéis la mente embotada? 18¿Teniendo ojos no veis y teniendo oídos no oís? ¿No os acordáis de 19cuando partí los cinco panes para los cinco mil? ¿Cuántos canastos llenos de trozos recogisteis?" "Doce", le dicen.