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Evangelio: Lucas 1,5-77.

5 Hubo en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote, llamado Zacarías, del grupo de Abías, casado con una mujer descendiente de Aarón, que se llamaba Isabel
6 los dos eran justos ante Dios, y caminaban sin tacha en todos los mandamientos y preceptos del Señor.
7 No tenían hijos, porque Isabel era estéril, y los dos de avanzada edad.
8 Sucedió que, mientras oficiaba delante de Dios, en el grupo de su turno,
9 le tocó en suerte, según el uso del servicio sacerdotal, entrar en el Santuario del Señor para quemar el incienso.
10 Toda la multitud del pueblo estaba fuera en oración, a la hora del incienso.
11 Se le apareció el ángel del Señor, de pie, a la derecha del altar del incienso.
12 Al verle Zacarías, se sobresaltó, y el temor se apoderó de él.
13 El ángel le dijo: "No temas, Zacarías, porque tu petición ha sido escuchada
14 será para ti gozo y alegría y muchos se gozarán en su nacimiento,
15 porque será grande ante el Señor
16 y convertirá al Señor su Dios a muchos de los hijos de Israel
17 e irá delante de él con el espíritu y el poder de Elías, para hacer volver los corazones de los padres a los hijos y a los rebeldes a la prudencia de los justos, para preparar al Señor un pueblo bien dispuesto."
18 Zacarías dijo al ángel: "¿En qué lo conoceré? Porque yo soy viejo y mi mujer de avanzada edad."
19 El ángel le respondió: "Yo soy Gabriel, el que está delante de Dios, y he sido enviado para hablarte y anunciarte esta buena noticia.
20 Mira, por no haber creído mis palabras, que se cumplirán a su tiempo, vas a quedar mudo y no podrás hablar hasta el día en que sucedan estas cosas."
21 El pueblo estaba esperando a Zacarías y se extrañaban de que se demorara tanto en el Santuario.
22 Cuando salió no podía hablarles, y comprendieron que había tenido una visión en el Santuario
23 Una vez cumplidos los días de su servicio se fue a su casa.
24 Días después, concibió su mujer Isabel y estuvo durante cinco meses recluida
25 diciendo: "Esto es lo que ha hecho por mí el Señor en los días en que se dignó quitar mi oprobio entre la gente."
26 Al sexto mes envió Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,
27 a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David
28 Y, entrando, le dijo: "Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo."
29 Ella se conturbó por estas palabras y se preguntaba qué significaría aquel saludo.
30 El ángel le dijo: "No temas, María, porque has hallado gracia delante de Dios
31 vas a concebir en el seno y vas a dar a luz un hijo a quien pondrás por nombre Jesús.
32 Él será grande, se le llamará Hijo del Altísimo y el Señor Dios le dará el trono de David, su padre
33 reinará sobre la casa de Jacob por los siglos y su reino no tendrá fin."
34 María respondió al ángel: "¿Cómo será esto, puesto que no conozco varón?"
35 El ángel le respondió: "El Espíritu Santo vendrá sobre ti y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra
36 Mira, también Isabel, tu pariente, ha concebido un hijo en su vejez y este es ya el sexto mes de la que se decía que era estéril,
37 porque no hay nada imposible para Dios."
38 Dijo María: "He aquí la esclava del Señor
39 En aquellos días, se puso en camino María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá
40 entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
41 En cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, Isabel quedó llena de Espíritu Santo
42 y exclamó a gritos: "Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno
43 y ¿de dónde a mí que venga a verme la madre de mi Señor?
44 Porque apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo, saltó de gozo el niño en mi seno.
45 ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!"
46 Y dijo María: "Alaba mi alma la grandeza del Señor
47 y mi espíritu se alegra en Dios mi salvador
48 porque ha puesto los ojos en la pequeñez de su esclava, por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada,
49 porque ha hecho en mi favor cosas grandes el Poderoso, Santo es su nombre
50 y su misericordia alcanza de generación en generación a los que le temen.
51 Desplegó la fuerza de su brazo, dispersó a los de corazón altanero.
52 Derribó a los potentados de sus tronos y exaltó a los humildes.
53 A los hambrientos colmó de bienes y despidió a los ricos con las manos vacías.
54 Acogió a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia
55 - como había anunciado a nuestros padres - en favor de Abrahán y de su linaje por los siglos."
56 María se quedó con ella unos tres meses, y luego se volvió a su casa.
57 Se le cumplió a Isabel el tiempo de dar a luz y tuvo un hijo.
58 Oyeron sus vecinos y parientes que el Señor le había hecho gran misericordia, y se congratulaban con ella.
59 Al octavo día fueron a circuncidar al niño y querían ponerle el nombre de su padre, Zacarías,
60 pero su madre, tomando la palabra, dijo: "No
61 Le decían: "No hay nadie en tu parentela que tenga ese nombre."
62 Y preguntaban por señas a su padre cómo quería que se le llamase.
63 Él pidió una tablilla y escribió: "Juan es su nombre." Y todos quedaron admirados.
64 Y al punto se abrió su boca y su lengua, y hablaba bendiciendo a Dios.
65 Invadió el temor a todos sus vecinos, y en toda la montaña de Judea se comentaban todas estas cosas
66 todos los que las oían las grababan en su corazón, diciéndose: "Pues ¿qué será este niño?" Porque, en efecto, la mano del Señor estaba con él.
67 Zacarías, su padre, quedó lleno de Espíritu Santo y profetizó diciendo:
68 "Bendito el Señor Dios de Israel porque ha visitado y redimido a su pueblo,
69 y nos ha suscitado una fuerza salvadora en la casa de David, su siervo,
70 como había prometido desde antiguo, por boca de sus santos profetas,
71 que nos salvaría de nuestros enemigos y de la mano de todos los que nos odian
72 teniendo misericordia con nuestros padres y recordando su santa alianza
73 el juramento que juró a Abrahán nuestro padre, de concedernos
74 que, libres de manos enemigas, podamos servirle sin temor
75 en santidad y justicia en su presencia todos nuestros días.
76 Y tú, niño, serás llamado profeta del Altísimo, pues irás delante del Señor para preparar sus caminos
77 y dar a su pueblo el conocimiento de la salvación mediante el perdón de sus pecados,




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