11Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. 12Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre 13los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios. 14Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad.