6Hubo un hombre, enviado por Dios: se llamaba Juan. 7Éste vino para un testimonio, para dar testimonio de la luz, para que todos creyeran por él. 8No era él la luz, sino quien debía dar testimonio de la luz. 9La Palabra era la luz verdadera que ilumina a todo hombre, viniendo a este mundo. 10En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por ella, y el mundo no la conoció. 11Vino a los suyos, y los suyos no la recibieron. 12Pero a todos los que la recibieron les dio poder de hacerse hijos de Dios, a los que creen en su nombre 13los cuales no nacieron de sangre, ni de deseo de carne, ni de deseo de hombre sino que nacieron de Dios. 14Y la Palabra se hizo carne, y puso su Morada entre nosotros, y hemos contemplado su gloria, gloria que recibe del Padre como Unigénito, lleno de gracia y de verdad.