26pero vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas. 27Mis ovejas escuchan mi voz 28Yo les doy vida eterna y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. 29El Padre, que me las ha dado, es más grande que todos, y nadie puede arrebatar nada de la mano del Padre.