32Cuando María llegó donde estaba Jesús, al verle, cayó a sus pies y le dijo: "Señor, si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto." 33Viéndola llorar Jesús y que también lloraban los judíos que la acompañaban, se conmovió interiormente, se turbó 34y dijo: "¿Dónde lo habéis puesto?" Le responden: "Señor, ven y lo verás." 35Jesús derramó lágrimas. 36Los judíos entonces decían: "Mirad cómo le quería." 37Pero algunos de ellos dijeron: "Éste, que abrió los ojos del ciego, ¿no podía haber hecho que éste no muriera?"