4Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid 5Yo soy la vid 6Si alguno no permanece en mí, es arrojado fuera, como el sarmiento, y se seca 7Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y lo conseguiréis. 8La gloria de mi Padre está en que deis mucho fruto, y seáis mis discípulos.