2Echa a correr y llega a Simón Pedro y al otro discípulo a quien Jesús quería y les dice: "Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto." 3Salieron Pedro y el otro discípulo, y se encaminaron al sepulcro. 4Corrían los dos juntos, pero el otro discípulo corrió por delante más rápido que Pedro, y llegó primero al sepulcro. 5Se inclinó y vio los lienzos en el suelo 6Llega también Simón Pedro siguiéndole, entra en el sepulcro y ve los lienzos en el suelo, 7y el sudario que cubrió su cabeza, no junto a los lienzos, sino plegado en un lugar aparte. 8Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado el primero al sepulcro 9pues hasta entonces no habían comprendido que según la Escritura Jesús debía resucitar de entre los muertos. 10Los discípulos, entonces, volvieron a casa. 11Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro, 12y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies. 13Dícenle ellos: "Mujer, ¿por qué lloras?" Ella les respondió: "Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto." 14Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. 15Le dice Jesús: "Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?" Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: "Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré." 16Jesús le dice: "María." Ella se vuelve y le dice en hebreo: "Rabbuní - que quiere decir: "Maestro" -. 17Dícele Jesús: "Deja de tocarme, que todavía no he subido al Padre. Pero vete a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios." 18Fue María Magdalena y dijo a los discípulos: "He visto al Señor" y que había dicho estas palabras. 19Al atardecer de aquel día, el primero de la semana, estando cerradas, por miedo a los judíos, las puertas del lugar donde se encontraban los discípulos, se presentó Jesús en medio de ellos y les dijo: "La paz con vosotros." 20Dicho esto, les mostró las manos y el costado. Los discípulos se alegraron de ver al Señor. 21Jesús les dijo otra vez: "La paz con vosotros. Como el Padre me envió, también yo os envío." 22Dicho esto, sopló y les dijo: "Recibid el Espíritu Santo. 23A quienes perdonéis los pecados, les quedan perdonados 24Tomás, uno de los Doce, llamado el Mellizo, no estaba con ellos cuando vino Jesús. Los otros discípulos le decían: "Hemos visto al Señor."