51Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía. 52Él les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: "Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre." 53El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: "Tu hijo vive", y creyó él y toda su familia. 54Tal fue, de nuevo, el segundo signo que hizo Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.