6Jesús, viéndole tendido y sabiendo que llevaba ya mucho tiempo, le dice: "¿Quieres recobrar la salud?" 7Le respondió el enfermo: "Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se agita el agua 8Jesús le dice: "Levántate, toma tu camilla y anda." 9Y al instante el hombre recobró la salud, tomó su camilla y se puso a andar. Pero era sábado aquel día. 10Por eso los judíos decían al que había sido curado: "Es sábado y no te está permitido llevar la camilla." 11Él les respondió: "El que me ha devuelto la salud me ha dicho: Toma tu camilla y anda." 12Ellos le preguntaron: "¿Quién es el hombre que te ha dicho: Tómala y anda?" 13Pero el curado no sabía quién era, pues Jesús había desaparecido porque había mucha gente en aquel lugar. 14Más tarde Jesús lo encuentra en el Templo y le dice: "Mira, has recobrado la salud 15El hombre se fue a decir a los judíos que era Jesús el que le había devuelto la salud. 16Por eso los judíos perseguían a Jesús, porque hacía estas cosas en sábado. 17Pero Jesús les replicó: "Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo." 18Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. 19Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: "En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. 20Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que éstas, para que os asombréis.