11Tomó entonces Jesús los panes y, después de dar gracias, los repartió entre los que estaban recostados y lo mismo los peces, todo lo que quisieron. 12Cuando se saciaron, dice a sus discípulos: "Recoged los trozos sobrantes para que nada se pierda." 13Los recogieron, pues, y llenaron doce canastos con los trozos de los cinco panes de cebada que sobraron a los que habían comido. 14Al ver la gente el signo que había realizado, decía: "Este es verdaderamente el profeta que iba a venir al mundo." 15Sabiendo Jesús que intentaban venir a tomarle por la fuerza para hacerle rey, huyó de nuevo al monte él solo. 16Al atardecer, bajaron sus discípulos a la orilla del mar, 17y subiendo a una barca, se dirigían al otro lado del mar, a Cafarnaún. Había ya oscurecido, y Jesús todavía no había venido a ellos 18soplaba un fuerte viento y el mar comenzó a encresparse. 19Cuando habían remado unos veinticinco o treinta estadios, ven a Jesús que caminaba sobre el mar y se acercaba a la barca, y tuvieron miedo. 20Pero él les dijo: "Soy yo. No temáis." 21Quisieron recogerle en la barca, pero en seguida la barca tocó tierra en el lugar a donde se dirigían. . 22Al día siguiente, la gente que se había quedado al otro lado del mar vio que allí no había más que una barca y que Jesús no había montado en la barca con sus discípulos, sino que los discípulos se habían marchado solos.