48Los judíos le respondieron: "¿No decimos, con razón, que eres samaritano y que tienes un demonio?" 49Respondió Jesús: "Yo no tengo un demonio 50Pero yo no busco mi gloria 51En verdad, en verdad os digo: si alguno guarda mi palabra, no verá la muerte jamás." 52Le dijeron los judíos: "Ahora estamos seguros de que tienes un demonio. Abrahán murió, y también los profetas 53¿Eres tú acaso más grande que nuestro padre Abrahán, que murió? También los profetas murieron. ¿Por quién te tienes a ti mismo?" 54Jesús respondió: "Si yo me glorificara a mí mismo, mi gloria no valdría nada 55y sin embargo no le conocéis, yo sí que le conozco, y si dijera que no le conozco, sería un mentiroso como vosotros. Pero yo le conozco, y guardo su palabra. 56Vuestro padre Abrahán se regocijó pensando en ver mi Día