10Le dijeron entonces: "¿Cómo, pues, se te han abierto los ojos?" 11Él respondió: "Ese hombre que se llama Jesús, hizo barro, me untó los ojos y me dijo: "Vete a Siloé y lávate." Yo fui, me lavé y vi." 12Ellos le dijeron: "¿Dónde está ése?" Él respondió: "No lo sé." 13Lo llevan a los fariseos al que antes era ciego. 14Era sábado el día en que Jesús hizo barro y le abrió los ojos. 15Los fariseos a su vez le preguntaron cómo había recobrado la vista. Él les dijo: "Me puso barro sobre los ojos, me lavé y veo." 16Algunos fariseos decían: "Este hombre no viene de Dios, porque no guarda el sábado." Otros decían: "Pero, ¿cómo puede un pecador realizar semejantes signos?" Y había disensión entre ellos. 17Entonces le dicen otra vez al ciego: "¿Y tú qué dices de él, ya que te ha abierto los ojos?" Él respondió: "Que es un profeta." 18No creyeron los judíos que aquel hombre hubiera sido ciego, hasta que llamaron a los padres del que había recobrado la vista 19y les preguntaron: "¿Es éste vuestro hijo, el que decís que nació ciego? ¿Cómo, pues, ve ahora?" 20Sus padres respondieron: "Nosotros sabemos que este es nuestro hijo y que nació ciego. 21Pero, cómo ve ahora, no lo sabemos 22Sus padres decían esto por miedo a los judíos, pues los judíos se habían puesto ya de acuerdo en que, si alguno le reconocía como Cristo, quedara excluido de la sinagoga. 23Por eso dijeron sus padres: "Edad tiene 24Llamaron por segunda vez al hombre que había sido ciego y le dijeron: "Da gloria a Dios. Nosotros sabemos que ese hombre es un pecador." 25Les respondió: "Si es un pecador, no lo sé. Sólo sé una cosa: que era ciego y ahora veo." 26Le dijeron entonces: "¿Qué hizo contigo? ¿Cómo te abrió los ojos?" 27Él replicó: "Os lo he dicho ya, y no me habéis escuchado. ¿Por qué queréis oírlo otra vez? ¿Es qué queréis también vosotros haceros discípulos suyos?" 28Ellos le llenaron de injurias y le dijeron: "Tú eres discípulo de ese hombre 29Nosotros sabemos que a Moisés le habló Dios 30El hombre les respondió: "Eso es lo extraño: que vosotros no sepáis de dónde es y que me haya abierto a mí los ojos. 31Sabemos que Dios no escucha a los pecadores 32Jamás se ha oído decir que alguien haya abierto los ojos de un ciego de nacimiento. 33Si éste no viniera de Dios, no podría hacer nada." 34Ellos le respondieron: "Has nacido todo entero en pecado ¿y nos das lecciones a nosotros?" Y le echaron fuera. 35Jesús se enteró de que le habían echado fuera y, encontrándose con él, le dijo: "¿Tú crees en el Hijo del hombre?" 36Él respondió: "¿Y quién es, Señor, para que crea en él?"