12 Por eso, regocijaos, cielos y los que en ellos habitáis. ¡Ay de
la
tierra y del mar! porque el Diablo ha bajado donde vosotros con gran furor,
sabiendo que le queda poco tiempo.»
13 Cuando el Dragón vio que había sido arrojado a la tierra, persiguió
a la Mujer que había dado a luz al Hijo varón.
14 Pero se le dieron a la Mujer las dos alas del águila grande
para
volar al desierto, a su lugar, lejos del Dragón, donde tiene que ser
alimentada = un tiempo y tiempos y medio tiempo. =
15 Entonces el Dragón vomitó de sus fauces como un río de agua,
detrás de la Mujer, para arrastrarla con su corriente.