3 Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se
le curó; entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia.
4 Y se postraron ante el Dragón, porque había dado el poderío a la
Bestia , y se postraron ante la Bestia diciendo: «¿Quién como la Bestia? ¿Y
quién puede luchar contra ella?»