12 Aquí se requiere la paciencia de los santos, de los que guardan los
mandamientos de Dios y la fe de Jesús.
13 Luego oí una voz que decía desde el cielo: «Escribe: Dichosos los
muertos que mueren en el Señor. Desde ahora, sí - dice el Espíritu -, que
descansen de sus fatigas, porque sus obras los acompañan.»
14 Y seguí viendo. Había = una nube = blanca, = y sobre la nube =
sentado = uno como Hijo de hombre =, que llevaba en la cabeza una corona
de oro y en la mano una hoz afilada.
15 Luego salió del Santuario otro Ángel gritando con fuerte voz al que
estaba sentado en la nube: = «Mete tu hoz = y siega, porque ha llegado la
hora de segar; = la mies = de la tierra = está madura.» =