6 y salieron del Santuario los siete Ángeles que llevaban las siete
plagas, vestidos de lino puro, resplandeciente, ceñido el talle con cinturones
de oro.
7 Luego, uno de los cuatro Vivientes entregó a los siete Ángeles siete
copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.