7 Luego, uno de los cuatro Vivientes entregó a los siete Ángeles siete
copas de oro llenas del furor de Dios, que vive por los siglos de los siglos.
8 = Y el Santuario se llenó del humo de la gloria de Dios = y de su
poder, = y nadie podía entrar en el Santuario = hasta que se consumaran las
siete plagas de los siete Ángeles.