3 Y por segunda vez dijeron: «¡Aleluya! La = humareda de la =
Ramera = se eleva por los siglos de los siglos.» =
4 Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se
postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, diciendo:
«¡Amén! ¡Aleluya!»
5 Y salió una voz del trono, que decía: «Alabad a nuestro Dios, todos
sus siervos = y los que le teméis, pequeños y grandes.» =
6 Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes
aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque ha
establecido su reinado el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.
7 Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado
las bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado
8 y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura - el
lino son las buenas acciones de los santos». -
9 Luego me dice: «Escribe: Dichosos los invitados al banquete de
bodas del Cordero.» Me dijo además: «Estas son palabras verdaderas de
Dios.»
10 Entonces me postré a sus pies para adorarle, pero él me dice: «No,
cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el
testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.» El testimonio de Jesús es el
espíritu de profecía.