4 Entonces los veinticuatro Ancianos y los cuatro Vivientes se
postraron y adoraron a Dios, que está sentado en el trono, diciendo:
«¡Amén! ¡Aleluya!»
5 Y salió una voz del trono, que decía: «Alabad a nuestro Dios, todos
sus siervos = y los que le teméis, pequeños y grandes.» =
6 Y oí el ruido de muchedumbre inmensa y como el ruido de grandes
aguas y como el fragor de fuertes truenos. Y decían: «¡Aleluya! Porque ha
establecido su reinado el Señor, nuestro Dios Todopoderoso.
7 Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria, porque han llegado
las bodas del Cordero, y su Esposa se ha engalanado
8 y se le ha concedido vestirse de lino deslumbrante de blancura - el
lino son las buenas acciones de los santos». -
9 Luego me dice: «Escribe: Dichosos los invitados al banquete de
bodas del Cordero.» Me dijo además: «Estas son palabras verdaderas de
Dios.»
10 Entonces me postré a sus pies para adorarle, pero él me dice: «No,
cuidado; yo soy un siervo como tú y como tus hermanos que mantienen el
testimonio de Jesús. A Dios tienes que adorar.» El testimonio de Jesús es el
espíritu de profecía.
11 Entonces vi el cielo abierto, y había un caballo blanco: el que lo
monta se llama «Fiel» y «Veraz»; y = juzga = y combate = con justicia. =
12 Sus ojos, llama de fuego; sobre su cabeza, muchas diademas; lleva
escrito un nombre que sólo él conoce;
13 viste = un manto empapado en sangre = y su nombre es: La Palabra
de Dios.
14 Y los ejércitos del cielo, vestidos de lino blanco puro, le seguían
sobre caballos blancos.
15 De su boca sale una espada afilada para herir con ella a los
paganos; él = los regirá con cetro de hierro; = él pisa el lagar del vino de la
furiosa cólera de Dios, el Todopoderoso.
16 Lleva escrito un nombre en su manto y en su muslo: = Rey de
Reyes y Señor de Señores. =
17 Luego vi a un Ángel de pie sobre el sol que = gritaba = con fuerte
voz a todas = las aves que volaban = por lo alto del cielo: «Venid, = reuníos
para el gran banquete = de Dios,
18 = para que comáis carne = de reyes, carne de tribunos y carne de
valientes, carne de caballos y de sus jinetes, y carne de toda clase de gente,
libres y esclavos, pequeños y grandes.»