2 Dominó al Dragón, la Serpiente antigua - que es el Diablo y Satanás
- y lo encadenó por mil años.
3 Lo arrojó al Abismo, lo encerró y puso encima los sellos, para que
no seduzca más a las naciones hasta que se cumplan los mil años. Después
tiene que ser soltado por poco tiempo.
4 Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y = se les dio el poder
de juzgar; = vi también las almas de los que fueron decapitados
por el
testimonio de Jesús y la Palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la
Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano;
revivieron y reinaron con Cristo mil años.
5 Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil
años. Es la primera resurrección.
6 Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes
de
Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.
7 Cuando se terminen los mil años, será Satanás soltado de su prisión
8 y saldrá a seducir a las naciones de los cuatro extremos de la tierra,
= a Gog y a Magog, = y a reunirlos para la guerra, numerosos como la arena
del mar.
9 Subieron por toda la anchura de la tierra y cercaron el campamento
de los santos y de la Ciudad amada. = Pero bajó fuego del cielo =
y los
devoró.
10 Y el Diablo, su seductor, fue arrojado al lago de fuego y
azufre,
donde están también la Bestia y el falso profeta, y serán atormentados día y
noche por los siglos de los siglos.
11 Luego vi un gran trono blanco, y al que estaba sentado sobre él. El
cielo y la tierra huyeron de su presencia sin dejar rastro.