3 Lo arrojó al Abismo, lo encerró y puso encima los sellos, para que
no seduzca más a las naciones hasta que se cumplan los mil años. Después
tiene que ser soltado por poco tiempo.
4 Luego vi unos tronos, y se sentaron en ellos, y = se les dio el poder
de juzgar; = vi también las almas de los que fueron decapitados
por el
testimonio de Jesús y la Palabra de Dios, y a todos los que no adoraron a la
Bestia ni a su imagen, y no aceptaron la marca en su frente o en su mano;
revivieron y reinaron con Cristo mil años.
5 Los demás muertos no revivieron hasta que se acabaron los mil
años. Es la primera resurrección.
6 Dichoso y santo el que participa en la primera resurrección; la
segunda muerte no tiene poder sobre éstos, sino que serán Sacerdotes
de
Dios y de Cristo y reinarán con él mil años.