3 Y oí una fuerte voz que decía desde el trono: «Esta es la morada de
Dios con los hombres. Pondrá = su morada entre ellos y ellos serán = su =
pueblo = y él = Dios - con - ellos, = será su Dios.
4 = Y enjugará toda lágrima de sus ojos, = y no habrá ya muerte ni
habrá llanto, ni gritos ni fatigas, porque el mundo viejo ha pasado.»
5 Entonces dijo el que está sentado en el trono: «Mira que hago un
mundo nuevo.» Y añadió: «Escribe: Estas son palabras ciertas y
verdaderas.»
6 Me dijo también: «Hecho está: yo soy el Alfa y la Omega, el
Principio y el Fin; al que tenga sed, yo le daré del manantial del agua de la
vida gratis.
7 Esta será la herencia del vencedor: = yo seré = Dios = para él, y él
será hijo para mi. =
8 Pero los cobardes, los incrédulos, los abominables, los asesinos, los
impuros, los hechiceros, los idólatras y todos los embusteros tendrán
su
parte en el lago que arde con fuego y azufre: que es la muerte segunda.
9 Entonces vino uno de los siete Ángeles que tenían las siete copas
llenas de las siete últimas plagas, y me habló diciendo: «Ven, que te voy a
enseñar a la Novia, a la Esposa del Cordero.»
10 = Me trasladó en espíritu a un monte grande y alto = y me mostró
la Ciudad Santa de Jerusalén, que bajaba del cielo, de junto a Dios,
11 y = tenía la gloria de Dios. = Su resplandor era como el de
una
piedra muy preciosa, como jaspe cristalino.
12 Tenía una muralla grande y alta con doce puertas; y sobre las
puertas, doce Ángeles y nombres grabados, que son = los de las doce tribus
de los hijos de Israel; =
13 = al oriente tres puertas; al norte tres puertas; al mediodía
tres
puertas; al occidente tres puertas. =
14 La muralla de la ciudad se asienta sobre doce piedras, que llevan
los nombres de los doce Apóstoles del Cordero.
15 El que hablaba conmigo tenía una caña de medir, de oro, para
medir la ciudad, sus puertas y su muralla.