2 el año quinto, el día siete del mes, en el tiempo en que los caldeos habían
tomado e incendiado Jerusalén.
3 Baru leyó el texto de este libro a oídos de Jeconías, hijo de Yoyaquim,
rey de Judá, y a oídos de todo el pueblo venido para escuchar el libro;
4 a oídos de las autoridades y de los hijos del rey, a oídos de los ancianos, a
oídos del pueblo entero desde el menor al mayor, de todos los que habitaban en
Babilonia, a orillas del río Sud.
5 Todos lloraron, ayunaron y oraron delante del Señor.
6 Luego reunieron dinero, según las posibilidades de cada uno,
7 y lo enviaron a Jerusalén, al sacerdote Joaquín, hijo de Jilquías, hijo de
Salom, a los demás sacerdotes y a todo el pueblo que se encontraba con él en
Jerusalén.
8 Y a Baruc, el día diez del mes de Siván, había tomado los
objetos
sagrados de la Casa del Señor que habían sido llevados del Templo, con ánimo
de volverlos a llevar a la tierra de Judá; objetos de plata
mandados hacer por
Sedecías, hijo de Josías, rey de Judá,
9 después que Nabucodonosor, rey de Babilonia, deportó de Jerusalén a
Jeconías, a los príncipes, a los cerrajeros, a las autoridades y al
pueblo de la
tierra, llevándolos a Babilonia.
10 Se les decía: Ahí os enviamos dinero; comprad con él holocaustos,
sacrificios por el pecado e incienso; haced oblaciones y ofrendas
sobre el altar
del Señor Dios nuestro.
11 Rogad por la vida de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y por la vida de
su hijo Baltasar, para que sean sus días como los días del cielo sobre la
tierra.
12 El Señor nos dará fuerzas e iluminará nuestros ojos para vivir a
la
sombra de Nabucodonosor, rey de Babilonia, y a la sombra de su hijo Baltasar;
les serviremos largos días y hallaremos gracia a sus ojos.
13 Rogad también por nosotros al Señor Dios nuestro, porque hemos
pecado contra el Señor Dios nuestro, y todavía hoy no se ha retirado de
nosotros
el furor y la ira del Señor.
14 Y leed este libro que os mandamos para que hagáis lectura pública en la
Casa del Señor, el día de la fiesta y en días oportunos.