16 ¿Dónde están los príncipes de las naciones, y los que dominan
las
bestias de la tierra,
17 los que juegan con las aves del cielo, los que atesoran la plata y el oro
en que confían los hombres, y cuyo afán de adquirir no tiene fin;
18 los que labran la plata con cuidado, mas no dejan rastro de sus obras?
19 Desaparecieron, bajaron al seol, y otros surgieron en su lugar.
20 Otros más jóvenes que ellos vieron la luz, y vivieron en la tierra; pero el
camino de la ciencia no lo conocieron,
21 ni comprendieron sus senderos. Sus hijos tampoco se preocuparon de
ella, quedaron lejos de su camino.
22 No se oyó hablar de ella en Canaán, ni fue vista en Temán.
23 Los hijos de Agar, que andan buscando la inteligencia en la tierra, los
mercaderes de Madián y de Temán, los autores de fábulas y los buscadores de
inteligencia, no conocieron el camino de la sabiduría ni tuvieron memoria de sus
senderos.
24 ¡Oh Israel, qué grande es la casa de Dios, qué vasto el lugar
de su
dominio!
25 Grande es y sin límites, excelso y sin medida.
26 Allí nacieron los famosos gigantes antiguos, de alta estatura y expertos
en la guerra.
27 Pero no fue a éstos a quienes eligió Dios ni les enseñó el camino de la
ciencia;
28 y perecieron por no tener prudencia, por su locura perecieron.
29 ¿Quién subió al cielo y la tomó? ¿quién la hizo bajar desde las nubes?