6 Pues eres el Señor Dios nuestro, y nosotros queremos alabarte, Señor.
7 Para eso pusiste tu temor en nuestros corazones, para que invocáramos tu
Nombre. Queremos alabarte en nuestro destierro, porque hemos apartado
de
nuestro corazón toda la iniquidad de nuestros padres, que pecaron ante ti.
8 Aquí estamos todavía en nuestro destierro, donde tú nos dispersaste, para
que fuésemos oprobio, maldición y condenación por todas las
iniquidades de
nuestros padres que apartaron del Señor Dios nuestro.
9 Escucha, Israel, los mandamientos de vida, tiende tu oído para conocer la
prudencia.
10 ¿Por qué, Israel, por qué estás en país de enemigos, has envejecido en
un país extraño,
11 te has contaminado con cadáveres, contado entre los que bajan al seol?