23 con tal que permanezcáis sólidamente cimentados en la fe, firmes e
inconmovibles en la esperanza del Evangelio que oísteis, que ha sido
proclamado a toda criatura bajo el cielo y del que yo, Pablo, he llegado a ser
ministro.
24 Ahora me alegro por los padecimientos que soporto por vosotros, y
completo en mi carne lo que falta a las tribulaciones de Cristo, en favor de
su Cuerpo, que es la Iglesia,
25 de la cual he llegado a ser ministro, conforme a la misión que Dios
me concedió en orden a vosotros para dar cumplimiento a la Palabra
de
Dios,