2 Sed perseverantes en la oración, velando en ella con acción de
gracias;
3 orad al mismo tiempo también por nosotros para que Dios nos abra
una puerta a la Palabra, y podamos anunciar el Misterio de Cristo, por cuya
causa estoy yo encarcelado,
4 para darlo a conocer anunciándolo como debo hacerlo.
5 Portaos prudentemente con los de fuera, aprovechando bien el
tiempo presente.
6 Que vuestra conversación sea siempre amena, sazonada con sal,
sabiendo responder a cada cual como conviene.
7 En cuanto a mí, de todo os informará Tíquico, el hermano querido,
fiel ministro y consiervo en el Señor,
8 a quien os envío expresamente para que sepáis de nosotros y
consuele vuestros corazones.
9 Y con él a Onésimo, el hermano fiel y querido compatriota vuestro.
Ellos os informarán de todo cuanto aquí sucede.
10 Os saludan Aristarco, mi compañero de cautiverio, y Marcos,
primo de Bernabé, acerca del cual recibisteis ya instrucciones. Si va
a
vosotros, dadle buena acogida.
11 Os saluda también Jesús, llamado Justo; son los únicos de la
circuncisión que colaboran conmigo por el Reino de Dios y que han sido
para mí un consuelo.
12 Os saluda Epafras, vuestro compatriota, siervo de Cristo Jesús, que
se esfuerza siempre a favor vuestro en sus oraciones, para
que os
mantengáis perfectos cumplidores de toda voluntad divina.
13 Yo soy testigo de lo mucho que se afana por vosotros, por los de
Laodicea y por los de Hierápolis.