2 El Señor entregó en sus manos a Yoyaquim rey de Judá, así como
parte de los objetos de la Casa de Dios. El los llevó al país de
Senaar y
depositó los objetos en la casa del tesoro de sus dioses.
3 El rey mandó a Aspenaz, jefe de sus eunucos, tomar de entre los
israelitas de estirpe real o de familia noble,
4 algunos jóvenes, sin defecto corporal, de buen parecer, instruidos en
toda sabiduría, cultos e inteligentes, idóneos para servir en la corte del rey,
con el fin de enseñarles la escritura y la lengua de los caldeos.
5 El rey les asignó una ración diaria de los manjares del rey y del vino
de su mesa. Deberían ser educados durante tres años, después de lo
cual
entrarían al servicio del rey.
6 Entre ellos se encontraban Daniel, Ananías, Misael y Azarías, que
eran judíos.
7 El jefe de los eunucos les puso nombres nuevos: Daniel se llamaría
Beltsassar, Ananías Sadrak, Misael Mesak y Azarías Abed Negó.