8 Sus mismos dioses, sus estatuas y sus objetos preciosos de plata y
oro serán el botín que se llevará a Egipto, y durante algunos años
se
mantendrá a distancia del rey del Norte.
9 Este entrará en el reino del rey del Mediodía y luego regresará a su
país.
10 Sus hijos se prepararán para la guerra y reunirán una gran multitud
de tropas, y él vendrá, irrumpirá como un río, pasará y se
levantará de
nuevo en guerra hasta su fortaleza.
11 Entonces el rey del Mediodía, montando en cólera, saldrá a
combatir contra el rey del Norte, que movilizará una gran multitud;
pero
esta multitud caerá en sus manos.
12 La multitud quedará aniquilada; su corazón se exaltará entonces,
aplastará a miríadas de hombres, pero no durará su fuerza.
13 El rey del Norte volverá a la carga después de movilizar una
multitud más numerosa que la primera, y al cabo de algunos años irrumpirá
con un gran ejército y abundante aparato.
14 Por entonces se levantarán muchos contra el rey del Mediodía y los
violentos de entre los de tu pueblo se alzarán con ánimo de cumplir
la
visión, pero fracasarán.
15 Vendrá el rey del Norte, levantará trincheras y tomará una ciudad
fortificada. Los brazos del rey del Mediodía no resistirán; ni
siquiera lo
mejor del pueblo tendrá fuerzas para resistir.
16 Aquel que avanza contra él le tratará a su capricho, sin que haya
quien pueda resistirle: se establecerá en la Tierra del Esplendor, llevando en
sus manos la destrucción.