1 El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro, de sesenta codos de
alta por seis de ancha, y la erigió en el llano de Dura, en la provincia de
Babilonia.
2 El rey Nabucodonosor mandó a los sátrapas, prefectos,
gobernadores, consejeros, tesoreros, juristas y jueces y a
todas las
autoridades provinciales, que se reunieran y asistieran a la dedicación de la
estatua erigida por el rey Nabucodonosor.
3 Se reunieron, pues, los sátrapas, prefectos, gobernadores, consejeros,
tesoreros, juristas y jueces y todas las autoridades provinciales
para la
dedicación de la estatua erigida por el rey Nabucodonosor; todos estaban en
pie ante la estatua erigida por el rey Nabucodonosor.
4 El heraldo pregonó con fuerza: «A vosotros, pueblos, naciones y
lenguas, se os hace saber: