Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

Daniel 3, 5-14

5 En el momento en que oigáis el cuerno, el pífano, la cítara, la
sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de música, os
postraréis y
adoraréis la estatua de oro que ha erigido el rey Nabucodonosor.

6 Aquél que no se postre y la adore, será inmediatamente arrojado en
el horno de fuego ardiente.»

7 Con tal motivo, en cuanto se oyó sonar el cuerno, el pífano, la cítara,
la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase de música, todos
los
pueblos, naciones y lenguas se postraron y adoraron la estatua de oro que
había erigido el rey Nabucodonosor.

8 Sin embargo, algunos caldeos se presentaron a denunciar a los
judíos.

9 Tomaron la palabra y dijeron al rey Nabucodonosor: «¡Viva el rey
eternamente!


10 Tú, oh rey, has ordenado que todo hombre, en cuanto oiga sonar el
cuerno, el pífano, la cítara, la sambuca, el salterio, la zampoña y toda clase
de música, se postre y adore la estatua de oro,

11 y que aquél que no se postre para adorarla sea arrojado en el horno
de fuego ardiente.

12 Pues hay algunos judíos a quienes has encargado de la
administración de la provincia de Babilonia: Sadrak, Mesak y Abed Negó,
que no te hacen caso, oh rey; no sirven a tu dios ni adoran la estatua de oro
que has erigido.»

13 Ebrio de cólera, Nabucodonosor mandó llamar a Sadrak, Mesak y
Abed Negó, que fueron introducidos ante el rey.

14 Nabucodonosor tomó la palabra y dijo: «¿Es verdad, Sadrak,
Mesak y Abed Negó, que no servís a mis dioses ni adoráis la estatua de oro
que yo he erigido?