29 De entre los hombres serás arrojado, con las bestias del campo
morarás; hierba como los bueyes tendrás por comida, y siete tiempos
pasarán por ti, hasta que reconozcas que el Altísimo domina sobre el reino
de los hombres, y se lo da a quien le place.»
30 Y al punto se cumplió la palabra en Nabucodonosor: fue arrojado
de entre los hombres, se alimentó de hierba como los bueyes, su cuerpo fue
bañado del rocío del cielo, hasta crecerle sus cabellos como plumas
de
águila y sus uñas como las de las aves.