7 «En mi lecho, contemplaba las visiones de mi cabeza: «Un árbol
había en el centro de la tierra, de altura muy grande.
8 El árbol creció, se hizo corpulento, su altura llegaba hasta el cielo,
su expansión, hasta los confines de la tierra.
9 Era hermoso su ramaje, abundante su fruto; había en él comida para
todos, a su sombra se cobijaban las bestias del campo, en sus ramas
anidaban los pájaros del cielo, y toda carne se alimentaba de él.