17 Daniel tomó la palabra y dijo delante del rey: «Quédate con tus
regalos y da tus obsequios a otro, que yo leeré igualmente al rey
este
escrito y le daré a conocer su interpretación.
18 Oh rey, el Dios Altísimo dio a tu padre Nabucodonosor reino,
grandeza, gloria y majestad.
19 Y por esta grandeza que le dio, todos los pueblos, naciones y
lenguas temblaban de miedo en su presencia: mataba él a quien quería,
dejaba vivir a quien quería, exaltaba a quien quería y a quien
quería
humillaba.
20 Pero habiéndose engreído su corazón y obstinado su espíritu hasta
la arrogancia, fue depuesto de su trono real, y se le quitó su gloria.
21 Fue expulsado de entre los hombres y su corazón se hizo semejante
al de las bestias; estuvo conviviendo con los onagros; se alimentó de hierba
como los bueyes, y su cuerpo fue bañado del rocío del cielo, hasta
que
reconoció que el Dios Altísimo domina sobre el reino de los hombres
y
pone en él a quien le place.
22 Pero tú, Baltasar, hijo suyo, no has humillado tu corazón, a pesar
de que sabías todo esto;
23 te has engreído contra el Señor del Cielo, se han traído a tu
presencia los vasos de su Casa, y tú, tus dignatarios, tus mujeres
y tus
concubinas, habéis bebido vino en ellos. Habéis celebrado a los dioses de
plata y oro, de bronce y hierro, de madera y piedra, que no ven ni oyen ni
entienden, pero no has glorificado al Dios que tiene en sus manos tu propio
aliento y de quien dependen todos tus caminos.
24 Por eso ha enviado él esa mano que trazó este escrito.
25 La escritura trazada es: = Mené, Mené, Teqel y Parsín. =
26 Y ésta es la interpretación de las palabras: = Mené: = Dios ha
=
medido = tu reino y le ha puesto fin;
27 = Tequel: = has sido = pesado = en la balanza y encontrado falto de
peso;
28 = Parsín: = tu reino ha sido = dividido = y entregado a los medos y
los persas.»
29 Entonces Baltasar mandó revestir de púrpura a Daniel, ponerle un
collar de oro al cuello y proclamar que mandaba como tercero en el reino.