27 Y el reino y el imperio y la grandeza de los reinos bajo los cielos
todos serán dados al pueblo de los santos del Altísimo. Reino eterno es su
reino, y todos los imperios le servirán y le obedecerán.»
28 Hasta aquí la relación. Yo, Daniel, quedé muy turbado en mis
pensamientos, se me demudó el color del rostro y guardé estas cosas en mi
corazón.