5 A continuación, otra segunda bestia, semejante a un oso, levantada
de un costado, con tres costillas en las fauces, entre los dientes.
Y se le
decía: «Levántate, devora mucha carne.»
6 Después, yo seguía mirando y vi otra bestia como un leopardo con
cuatro alas de ave en su dorso; la bestia tenía cuatro cabezas, y se le dio el
dominio.
7 Después seguí mirando, en mis visiones nocturnas, y vi una cuarta
bestia, terrible, espantosa, extraordinariamente fuerte; tenía
enormes
dientes de hierro; comía, trituraba, y lo sobrante lo pisoteaba con sus patas.
Era diferente de las bestias anteriores y tenía diez cuernos.