3 Levanté los ojos para ver, y vi un carnero que estaba delante de la
puerta. Tenía dos cuernos; los dos cuernos eran altos, pero uno más que otro
y el más alto había despuntado el último.
4 Vi que el carnero acometía contra el oeste, el norte y el sur. Ninguna
bestia podía resistirle, nada podía escapar a su poder. Hacía lo que
le
parecía y así se hizo grande.
5 Estaba yo cavilando, y he aquí que un macho cabrío vino de
occidente, recorriendo la tierra entera sin tocar el suelo; este macho cabrío
tenía un cuerno «magnífico» entre los ojos.
6 Vino donde el carnero de dos cuernos que yo había visto en pie
delante de la puerta y corrió hacia él con todo el ardor de su fuerza.