5 Estaba yo cavilando, y he aquí que un macho cabrío vino de
occidente, recorriendo la tierra entera sin tocar el suelo; este macho cabrío
tenía un cuerno «magnífico» entre los ojos.
6 Vino donde el carnero de dos cuernos que yo había visto en pie
delante de la puerta y corrió hacia él con todo el ardor de su fuerza.