13 Si oyes decir que en una de las ciudades que Yahveh tu Dios te da
para habitar en ella
14 algunos hombres, malvados, salidos de tu propio seno, han
seducido a sus conciudadanos diciendo: «Vamos a dar culto a otros dioses»,
desconocidos de vosotros,
15 consultarás, indagarás y preguntarás minuciosamente. Si es verdad,
si se comprueba que en medio de ti se ha cometido tal abominación,
16 deberás pasar a filo de espada a los habitantes de esa ciudad;
la
consagrarás al anatema con todo lo que haya dentro de ella;
17 amontonarás todos sus despojos en medio de la plaza pública y
prenderás fuego a la ciudad con todos sus despojos, todo ello en honor de
Yahveh tu Dios. Quedará para siempre convertida en un montón de ruinas,
y no volverá a ser edificada.
18 De este anatema no se te quedará nada en la mano, para que
Yahveh aplaque el ardor de su ira y sea misericordioso contigo,
tenga
piedad de ti y te multiplique como prometió bajo juramento a tus padres,