4 no escucharás las palabras de ese profeta o de ese vidente en sueños.
Es que Yahveh vuestro Dios os pone a prueba para saber si verdaderamente
amáis a Yahveh vuestro Dios con todo vuestro corazón y con toda vuestra
alma.
5 A Yahveh vuestro Dios seguiréis y a él temeréis, guardaréis sus
mandamientos y escucharéis su voz, a él serviréis y viviréis unidos a él.
6 Ese profeta o vidente en sueños deberá morir por haber predicado la
rebelión contra Yahveh tu Dios - que te sacó del país de Egipto y te rescató
de la casa de servidumbre - para apartarte del camino que Yahveh tu Dios te
ha mandado seguir. Así harás desaparecer el mal de en medio de ti.
7 Si tu hermano, hijo de tu padre o hijo de tu madre, tu hijo o tu hija,
la esposa que reposa en tu seno o el amigo que es tu otro yo,
trata de
seducirte en secreto diciéndote: «Vamos a servir a otros
dioses»,
desconocidos de ti y de tus padres,
8 de entre los dioses de los pueblos próximos o lejanos que os rodean
de un extremo a otro de la tierra,
9 no accederás ni le escucharás, tu ojo no tendrá piedad de él, no le
perdonarás ni le encubrirás,